Es lo que ofrecen los iluminados de Casa Presidencial en una intensa publicidad. Por primera vez en la historia, dicen. Lástima que a la oferta le resta credibilidad el hecho de que lo hacen desde la comodidad de sus cargos bien remunerados ya que antes ni por cerca se les había ocurrido tal aspiración. Algunos están chupando dos y más coyoles al mismo tiempo al tener empleada a la familia con jugosos sueldos. El poder los volvió revolucionarios, caso insólito, porque siempre había ocurrido lo contrario, la revolución ha llevado a los revolucionarios al poder. Pero cosas veredes, Sancho amigo, como dijo El Quijote.
La democracia nació en Atenas hace más de 25 siglos como una democracia sin intermediarios. El hecho fue tan hermoso que desde entonces ha cautivado la atención de muchos teóricos de los sistema ideológico –políticos, entre ellos el ginebrino Juan Jacobo Rousseau. Así fue como llegó a enunciar la teoría de la soberanía popular, pero al rechazar la representación política su teoría llega a un callejón sin salida y desemboca en una especie de tiranía de la sociedad sobre la persona individual que tuvo su más trágica expresión en el régimen de terror que siguió a la Revolución Francesa.
¿Por qué la democracia directa, sin intermediarios, sólo fue posible en Atenas? Porque era una comunidad de aproximadamente 13. 000 personas, es decir como cualquier ciudad mediana de Honduras. De esa cantidad habría que excluir a los menores de 20 años, que no podían participar en la Asamblea que se reunía en la plaza pública, en el ágora, con lo cual quedaba fuera la mitad de la cantidad mencionada. Se excluían asimismo los esclavos, los extranjeros y las mujeres que tampoco podían participar. ¿Cuántas personas al final se reunían para tomar decisiones sin intermediarios? ¿Unos mil o mil quinientas? Pues ocurre que de los que podían participar no todos participaban y había que pagarles para que se interesaran en la participación a la cual tenían derecho. Al final era una minoría la que decidía con su presencia física por la sociedad total.
En Honduras somos 7 millones y medio de personas de las cuales 4.3 millones somos ciudadanos con derecho a la participación política. Sólo quedan excluidos los menores de 18 años, los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado y los reos sentenciados por causa de delito puesto que en la sentencia se les suspende la ciudadanía.
La Asamblea en Atenas se reunía diez veces al año para decidir sin intermediarios todo lo concerniente a la vida en la polis, en la ciudad.
¿Dónde nos van a reunir los iluminados a 4.3 millones de personas para decidir colectivamente? El único lugar es el Valle de Sula con parlantes en la montaña de Merendón y helicópteros para trasladar a los oradores. Habría que pagarles transporte y estadía lógicamente con los dólares que da ALBA Y PETROCARIBE.
No es posible. Por eso los iluminados, al desechar la democracia representativa como hizo Rousseau y satanizar sus instituciones como el Congreso, han optado por la democracia representativa que no es democracia sin intermediarios. Quienes más han teorizado sobre ese modelo han sido los ideólogos de la Democracia Cristiana como Rafael Caldera, Enrique Pérez Olivares, Vivas Terán, el Dr. Castillo en Chile, Radomiro Tomic y otros. No elimina la democracia representativa, sino que la complementa. Se trata de organizar diferentes niveles de participación en la sociedad civil para que sean consultados por los órganos representativos sobre asuntos de interés público más los mecanismos del referéndum y el plebiscito para consulta general, incluye la cogestión y la autogestión en las empresas.
La democracia representativa es todavía un modelo teórico en proceso de elaboración. Algún intento se hizo para llevarlo a la práctica en algún gobierno populista de corte militar en América del Sur, pero luego se volvió a la democracia representativa cuyas debilidades no queremos negar, pero es la única que hasta hoy ha funcionado en el marco del Estado moderno, extenso en territorio y grande en población.
¿A qué llaman los iluminados que el pueblo decida por primera vez sin intermediarios? A que en una cuarta urna decida si se convoca o no a elecciones para que el pueblo elija los intermediarios que integrarán la Asamblea Constituyente que en nombre y representación del pueblo elabore una nueva constitución cuyo texto ya tienen elaborado. Mire, usted. Y lo peor es que los diputados del actual odiado Congreso serán los constituyentes, porque se supone que son los líderes de sus departamentos, salvo excepciones. La misma mica en distinta rama.
¿Cuál sería el contenido de esa nueva constitución que sustituirá a la vieja violada de hoy? Dice Rixi que va a pasar a poder del Estado los recursos naturales, que ya son del Estado, las empresas públicas que se llaman así porque son del Estado, el espectro ese que sirve para que funcionen las estaciones transmisoras de radio y televisión que ya es del Estado.
¿Entonces? Dice Tito Mejía, a quien le han puesto el apodo de comisionado Vicepresidente, que la Constitución es muy vieja a los 25 años mientras los alemanas acaban de celebrar los 60 años de la suya que no es de las más viejas de Europa. ¿Entonces?
La cuarta urna, que quedará como un mecanismo permanente de consulta según ha dicho el Presidente Zelaya, servirá para que el pueblo decida en forma libre y sin intermediarios, como en Atenas, lo que convenga a los iluminados bien remunerados de turno. ¿Qué le parece? Si creyéramos en eso, sería una prueba de que los hondureños no descendemos del mono, sino del guanajo, del jolote, símbolo de los dundos sin intermediarios.