miércoles, 31 de diciembre de 2008

WELCOME, MISTER 2009.

Tal vez saludándolo en inglés me trae algo bueno. Porque sin mucho análisis podemos deducir que el año que se inicia será de jolgorio, pero poco nos dejará en los platos al momento de calmar la tripa. Para empezar es un año electoral. Estaremos muy afanados en ver y oír a los candidatos para no volvernos a equivocar al momento de elegir. Eso lleva trabajo, porque ellos harán todo lo posible por parecer lo que no son y nosotros haremos lo imposible por penetrar en lo que son más allá de lo que parecen. Eso es complicado, porque vivimos en una sociedad que, a falta de conocimiento de la realidad, decide por las apariencias. Siempre he comparado las campañas electorales con el galanteo amoroso. Tiene más éxito quien aparenta y finge lo que no es hasta tanto la novia o el pueblo se enamoran, porque a partir de ese momento aunque miren la realidad ya no ve sino lo que se quiere ver, es decir la imagen de la cual se enamoró. Desde que el mundo es mundo se ha dicho que el amor es ciego.

Mis artículos nunca han destilado odio ni desprecio contra los políticos o la política. ¿Por qué echar lodo u otra cosa con ventilador contra una actividad que es necesaria y además muy noble? Se trata nada menos que de la organización, regulación y conducción de la sociedad que es el barco donde viajamos todos. ¿ Qué culpa tiene la política como actividad de que nosotros seleccionemos mal a los políticos en quienes vamos a confiar nuestra vida y la de nuestras familias? Lo mismo pasa en otras actividades. ¿Qué culpa tiene la educación de que usted seleccione mal el centro educativo para sus hijos o que el Estado seleccione mal a los maestros de las escuelas públicas? ¿O qué culpa tiene la religión de que el pastor notifique el cielo para vender la salvación por varas o que el sacerdote traicione la confianza que se le tiene? Al final toda relación humana y la política es un fenómeno relacional, será buena o mala según sea la calidad de los seres humanos que se involucran en las mismas.

El 2009 será un año político y aunque la ley Electoral ha reducido el período de las campañas nadie podrá evitar que los candidatos se muevan por el país en reuniones bajo techo y que los periodistas transmitan esos eventos como noticias porque ambas cosas son absolutamente legales. Cada partido estará pendiente de lo que hace el otro y hará o contestará lo que crea conveniente para no dejarse ganar espacios en la opinión pública. Tendremos política para rato.
Como si fuera poco también será un año futbolero, otra actividad que con la política enloquece al pueblo hondureño. Rueda nos pondrá a rodar a todos detrás de la selección en todos los eventos que según parece empezarán apenas iniciado el año. ¿Que es emocionante? ¡Claro que si!

El problema es que todo exceso emocional por la política o por el fútbol nos distrae de nuestras actividades diarias en los procesos económicos, educativos, sociales que tienen que ver con nuestro desarrollo. Además que toda la publicidad comercial se monta en la actividad política y en el fútbol para hacerse oír y con eso la orquestación se vuelve total. Pero lo importante es que guardemos el equilibrio entre las actividades recreativas y las productivas a fin de que no caigamos en la receta de los antiguos romanos para tranquilizar al pueblo: Pan y circo.

El 2009 se nos anuncia además como el año de la crisis mundial más grande después de la gran depresión de la década del 30 del siglo pasado.

Para algunos se trata nada menos que de la antesala del juicio final y para otros, menos alarmistas y más conocedores, nos dicen que es un fenómeno normal del capitalismo económico que se produce cuando unos pocos por exceso de ambición y falta de escrúpulos, desequilibran el sistema y que se solucionará a mediano plazo siempre que la generosidad de la mayoría ( de los guajolotes de siempre) dirigida por el Estado sea suficiente para reparar el daño hasta que el consumo se reactive y ponga en funcionamiento el sistema productivo de cada país y del mundo.

Expertos y víctimas están pensando en cómo salir del bache, pero sólo los grandes economistas, que por grandes se cuentan con los dedos de la mano y sobran dedos, están pensando en reconstruir la carretera, es decir en rediseñar el sistema financiero mundial y los nacionales para dotarlos de los mecanismos de prevención y alarma para evitar que unos pocos gángsters pongan en riesgo a toda la humanidad.

A Honduras todos los fenómenos mundiales, buenos o malos, nos llegan un poco tarde, cada vez menos tarde debido a la globalización. No se ha restringido todavía la demanda, seguimos gastando como si nada pasara, especialmente si tenemos una o más tarjetas de crédito disponibles. Con mucha justicia el gobierno acaba de fijar el salario mínimo en una cantidad al nivel de la canasta básica (sólo comida), pero habría que saber qué estarán pensando los empresarios de todo nivel sobre su propia planilla. Ojala que esto no los lleva a hacer con un trabajador lo que antes hacían dos y se produzca un lanzamiento masivo de gente a la calle con el válido pretexto de la crisis mundial. Ojala que piensen que ese dinerito que van apagar adicional en la planilla volverá a sus manos con el aumento de la capacidad de compra de la población y activará la economía.

Preparémonos, en consecuencia, para tomarnos un coctelito de fútbol, política y crisis económica durante todo el año. Para evitar un ataque de nervios que complique las cosas sigamos viviendo con la fe en que Dios nos ama y, aunque no se meterá en las competencias futboleras a favor o en contra de los equipos en contienda ni lo hará a favor de un partido político y en contra de los demás en el proceso electoral, podemos estar seguros de que algo hará para que los pobres no aumenten su pobreza ni los ricos su riqueza como efecto de la crisis mundial que agravará nuestra crisis nacional crónica. Herzlich Willkommen, Herr 2009.

FELIZ NAVIDAD

Así decimos por costumbre. La Navidad siempre será feliz, porque se trata del nacimiento del Redentor del mundo. Lo que importa es que usted, yo y todos seamos felices en Navidad. Eso ya no es tan fácil, especialmente en nuestro tiempo. Primero porque la felicidad no es una situación objetiva y común a todo el mundo. Las mismas circunstancias que hacen felices a unas personas, hacen infelices a otras. La felicidad tiene mucho de subjetivo. Hay personas que son felices con tener salud y el pan de cada día y hay otras que no lo son aunque tengan en su poder el oro del mundo. Todo porque tratan de llenar con bienes materiales una infelicidad que tiene su origen en una insatisfacción personal que tiene otras causas. Son causas espirituales, psicológicas o que hunden sus raíces en el tipo de convivencia que se tiene con los demás, especialmente con los más cercanos en la familia, en el trabajo o con el vecindario.


Cada quien será feliz en la medida en que quiera y pueda serlo. Y hay algo más : la felicidad que se funda en factores externos y cambiantes, siempre será efímera. Y todo lo que ofrece la sociedad, el mundo, es cambiante: la riqueza, el poder, la fama, el prestigio, la salud y ahora hasta el conocimiento, porque hay verdades que fueron, pero ya no lo son y por más que nos actualicemos no estamos seguros de tener la verdad en cada rama de la ciencia, de la filosofía y menos en la teconología que es un medio que los tecnócratas confunden con un fin. Después de la frustración que causó en los griegos antiguos la destrucción de las polis, algunos filósofos ( el más famoso fue Diógenes que vivía en un tonel como el Chavo) fijaron la felicidad en el rechazo a todos esos factores externos y trataron de encontrar la fuente de la felicidad dentro de sí mismos y en la búsqueda de verdades que no tuvieran que ver con nada material.


Los romanos, que destruyeron a las polis griegas después que lo había hecho Alejandro, cayeron en el mismo hastío después que se hartaron de poder, de riqueza, de fama y de meterse placer por todos los hoyos del cuerpo. Esa era la situación que vivía el mundo llamado civilizado cuando nació Cristo. Por eso su doctrina fue aceptada fervientemente por unos y rechazada por otros. La rechazaron los judíos porque esperaban un Mesías que encarnara los poderes del mundo para enfrentar al superpoder de su tiempo, los romanos, pero lo rechazaron quienes todavía no estaban hartos de riqueza y de poder. No podían aceptar a alguien que se decía hijo de Dios y que además de haber nacido en un pesebre nunca tuvo nada material que le fuera propio, ya que confesaba que mientras lo animales del monte tienen sus cuevas el hijo del hombre no tenía dónde reclinar su cabeza.


Ofrecía algo que no les podía interesar más que a quienes nunca habían sido ricos ni poderosos o a quienes habiéndolo sido habían alcanzado el hastío suficiente como para buscar la felicidad en otras fuentes más profundas y duraderas. Ofrecía que a cambio de creer en El y en el padre que lo había enviado, se recibiría amor, perdón, alegría, confraternidad aquí en la tierra y, como de chascada ( lo que le da el pesero como regalo después entregar lo que el cliente ha pagado) la vida eterna que por cierto no empieza después de la muerte para quienes creen y viven el Cristianismo como debe ser.


Todo lo que ocurrió antes del nacimiento de Cristo fue como una preparación para su llegada. Todo el mundo civilizado de ese tiempo con toda su riqueza y esplendor, incluida la filosofía griega y sus repercusiones en Roma por su vertiente ética, incluida la religión judía, habían agotado sus posibilidades de satisfacer el ansia de felicidad y eternidad que late en cada ser humano. Pero eso no significa que todo el mundo estuviera listo para el cambio. Por eso Jesús concentró su atención en el pequeño grupo de sus apóstoles en vez de predicar por medio de la Tribuna o de los medios de comunicación, que no existían, y evitó que se divulgaran sus milagros de manera que lo llevaran a la muerte antes de cumplir la misión para la cual había sido enviado. El decidió y preparó el momento ya que el lugar no podía ser otro que Jerusalén.


El Cristianismo nació como la única alternativa frente a quienes buscan la felicidad en las cosas materiales o en el éxito al estilo humano. El maridaje de la religión con la riqueza material, de antigua raigambre judía, la encontramos hoy en algunas corrientes religiosas que predican como prueba de la fe la prosperidad económica. Y no es que Jesucristo nos quiera ver miserables como se ha interpretado a veces aquello del camello y de la aguja, sino que con su ejemplo desde su nacimiento hasta su muerte lo que nos quiere enseñar es que frente a la grandeza de la vida que depende únicamente de hacer la voluntad de Dios, todo lo que se nos pueda ofrecer se queda pequeño.


Dicho lo que todos sabemos, la felicidad navideña sólo puede consistir en aceptar que el nacimiento que celebramos, la encarnación de Dios hecho hombre, es la única fuente de amor y alegría que no es pasajera, que no es egoísta y que sólo podemos alcanzar si nos vaciamos por dentro de toda preocupación que no sea hacer la voluntad de Dios. Lejos de mí la mojigatería de creerme santo ( aunque lo sea en plural) con actitudes externas al estilo de los fariseos o de ofrecerme como ejemplo a nadie o de ir por ahí viendo a los demás de arriba para abajo por creer que tengo ya el alma en el cielo, mientras el cuerpo sigue tercamente en la tierra. Creo que las exigencias de la fe cristiana son tan grandes que superan todo esfuerzo humano y que sólo pueden alcanzarse con una fe limpia, madura, adulta, que permita la presencia de Dios en nuestras vidas.


No quiero repetir feliz navidad, porque sólo será feliz quien haga nacer a Jesús en el pesebre de su corazón en medio de la vaca y el buey que seguimos siendo todos mientras no lo hagamos. Yo, en primer lugar.

viernes, 12 de diciembre de 2008

¿CUÁL CRISIS?

Dice Ortega y Gasset que la claridad es la cortesía del filósofo y que a los técnicos, en cambio, les encanta, como Hércules de feria, mostrar los bíceps de su tecnicismo. Lo dijo el filósofo español, porque es verdad y no es verdad porque lo haya dicho Ortega hace ya casi 80 años, es decir en 1929. Digo lo anterior, porque los técnicos en economía se hacen lenguas explicando que hay una crisis mundial, que ya viene la crisis, que no se pueden aumentar los salarios, porque van a quebrar las empresas, que hay que consumir lo menos posible, porque como en el manifiesto comunista un fantasma recorre el mundo. Y todos seguimos sin entender de lo que hablan y sin que aparezca a nuestra vista el fenómeno que se nos anuncia en lenguaje de Jeremías, el profeta.
La razón por la cual no entendemos no es sólo por la forma técnica como se nos explica, sino también porque lo que se nos anuncia lo estamos viviendo los países pobres desde que el mundo es mundo. Dicen que la crisis es financiera, es decir que no hay pisto, y eso para nosotros no es nada nuevo. Sin pisto nos criaron nuestros padres y sin pisto vamos a morir. Dicen que la crisis, además de financiera es económica, porque si no hay plata no hay inversión ni consumo y si no hay eso no hay producción y si no hay producción no hay comercio y si no hay comercio de exportación no hay dólares para pagar las importaciones. Todo eso es verdad, pero para nosotros no es nada nuevo.

¿Dónde está lo nuevo de la crisis? Pues que afecta a los países ricos donde se origina el problema y de paso agrava la crisis crónica de los países pobres. Eso no se puede negar, porque las economías nacionales ahora están amarradas unas con otras, es decir globalizadas, de manera que lo que pase en una de ellas, especialmente en los países ricos, afecta a todo el mundo. Tarde nos hemos dado cuenta que el mundo es un sistema de subsistemas y de subsistemitas igual que ocurre en la naturaleza como puede verse fácilmente en el cuerpo humano. Hay sistemas naturales, mecánicos y sociales. Si destruimos el bosque nos quedamos sin agua y alteramos el clima que a su vez altera el régimen de lluvias de las cuales depende la agricultura. Si le sacamos una bujía al motor del carro, ya no funciona con la fuerza que necesitamos. Si la gente deja de creer en las instituciones políticas y le vuelve la espalda a los procesos electorales, todo el sistema democrático se cae por su propio peso.

En lo económico ocurre lo mismo. Todos los procesos económicos descansan en el crédito, es decir en la creencia, en la confianza que todos tenemos en las personas, en los procesos, en las instituciones de las cuales depende nuestros bienestar y la seguridad de nuestros bienes. En las relaciones humanas y, consecuentemente las sociales, todas las crisis son crisis de confianza. ¿Hay crisis financiera porque despareció el dinero? No. Hay crisis porque los dueños del pisto ya no lo quieren arriesgar y prefieren mantenerlo inactivo, porque los bancos en quienes confiaron lo invirtieron mal y los mismos bancos se ponen chivas restringiendo los créditos y elevando los intereses. Como con la platita baila hasta el perro, resulta que si no circula dinero los consumidores compran menos con lo cual las economías de consumo como la de los gringos se viene abajo, porque se reduce la producción y de paso nos llevan de encuentro, porque dejan de comprar nuestros productos y se cancelan los puestos de trabajo de los cuales dependen también la capacidad de consumo y, en el caso nuestro, las remesas que son como el oxígeno de nuestra economía y de las cuales depende la reducción de la pobreza ( no de la paja que se habla en el nivel gubernamental).

¿Qué hacer? Pues lanzar más plata al mercado para que su circulación vuelva a activar la cadena que empieza por aumentar la capacidad de consumo en la gente (especialmente en los países ricos) que a su vez activa la producción (especialmente en los países pobres) y que a su vez activa el comercio que a su vez genera fuente de trabajo que a su vez aumenta la capacidad de consumo que a su vez…

¿Y quién puede lanzar plata si los ahorrantes desconfían de los bancos y los bancos de quienes solicitan créditos? Pues ese odiado aparato que cuando la economía anda bien ni productores ni consumidores quieren oír mencionar, porque todo es libre empresa, libre oferta y demanda, libre comercio, libre consumo porque cada quien reclama el derecho de hacer de su platita lo que le ronca la gana. Ese maldito aparato que los anarquistas quisieran ver destruido porque con su autoridad y sus leyes limita la libertad absoluta que consideran como el primer derecho del hombre, el mismo que los comunistas odian por considerarlo un aparato de opresión de una clase sobre otra mediante la propiedad privada, el mismo que los fascistas convierten en un dios para oprimir al ser humano en su nombre, el mismo…

Bueno el mismo, es decir el Estado. Esa estructura jurídico política que con el ser humano individual y la sociedad, es decir el tejido institucionalizado de relaciones, forma la trilogía de cuya interrelación depende que la vida humana sea un cielo o un infierno. Por eso los países ricos, incluida China que pronto será la primera potencia económica mundial, han dispuesto que el Estada lance cantidades pantaurélicas (¿se acuerda de Rabelais?) de dinero al mercado para rescatar empresas, activar el consumo, que a su vez activará la producción, que a su vez…(¡ qué jodo yo, verdad!)¿Y nuestra Honduras? Pues aquí donde la crisis es permanente y donde aún lo macro es micro, el Banco Central también ha lanzado dinero al mercado rebajando a cero el encaje y poniendo a disposición lo que puede. La receta es la misma, pero a nivel de Liliput y no de Pantaurel. Perdón por el bíceps.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Selección de políticos

Estamos todavía bajo el influjo electrizante del último juego de la selección y su clasificación a la exagonal que se realizará a lo largo y ancho del 2009. No queremos hablar de otra cosa y tampoco queremos escribir sobre temas que no tengan nada que ver con el fútbol. Es maravilloso ver cómo once hombres que representan a una nación disputándose una pelota con otro grupo que representa a otra comunidad nacional es capaz de despertar un entusiasmo generalizado, hacer que la gente olvide sus diferencias y se abracen para celebrar el triunfo o llorar la derrota. Cada aficionado está dispuesto a recorrer distancias, a pagar lo que se le pida y a soportar las inclemencias del tiempo por la única recompensa de presenciar un partido de fútbol.

Antes del fútbol sólo la guerra y la religión lograban movilizar a pueblos enteros en pos de un propósito común, la derrota del enemigo en el primer caso y la vida eterna, en el segundo. La política nació con un propósito similar: organizar y movilizar a la comunidad entera ( la polis) en torno de su propio bienestar, de su defensa, de su desarrollo en sus diferentes manifestaciones. Ese proceso era dirigido por unos señores que, por tener como única mira el bien de toda la comunidad ( la polis ) se llamaron políticos. Su arma era la palabra para persuadir y convencer a todos que el futuro estaba en la dirección que señalaba su mano y en esa dirección marchaban todos como embrujados por un poder misterioso.

La magia del fútbol ha sustituido a la guerra como competencia entre naciones. El campo de batalla ahora es reducido y puede enfocarse con una cámara de televisión para llevar el espectáculo a todo el mundo. Eso no era posible con la guerra. Había que esperar meses y a veces años para que se supiera el ganador y el perdedor que se perseguían por tierra y mar, después por aire hasta que uno de los dos caía vencido. La victoria le daba derecho al vencedor para disponer del vencido y sus bienes hasta que poco a poco la humanización llegó hasta la guerra, moderando un poco sus consecuencias.

¿Qué hizo Rueda, el entrenador, para transformar un grupo de jugadores, que ya estaban ahí, en una selección ganadora? Pues impuso disciplina, los convirtió en un equipo moderando el deseo de sobresalir individualmente e hizo una labor de terapia psicológica: los convenció de que no deben caer en el triunfalismo si ganan ni en el derrotismo si pierden. Mantener la humildad dicen ahora casi a coro. Voluntad de triunfo en forma conjunta reconociendo en cada compañero un complemento al esfuerzo individual de todos y no un rival al que hay que anular para atraer todas las miradas hacia unos pocos. Parece fácil. Hay que agregar el manejo de la prensa deportiva para que, sin sentirse menospreciada, se mantenga dentro de los límites que le corresponden para no interferir en la labor del equipo técnico y de los directivos.

¿Por qué no formamos una selección de políticos? Hay cuatro candidatos nacionalistas, cinco liberales y tres de los partidos pequeños. Sobra uno que mandamos a la banca por el momento. Se trata de formar un equipo como el de Rueda. Lo primero es convencerlos de que los intereses de Honduras están por encima de sus ambiciones personales y de los intereses de partido. En segundo lugar hay que formarlos en la convicción de que la lucha por el poder tiene límites éticos y constitucionales- Esas barreras no pueden saltarse ni derribarse sin que la lucha política se convierta en una carrera de caballos. En tercer lugar, lo más difícil, es convencerlos de que Honduras los necesita a todos como un equipo y que no deben dañarse mutuamente ni menos comprar al árbitro para que se trague el pito cuando le conviene a uno de ellos o a su partido.

Quizá ayude ponerles siempre a la vista la alineación del equipo adversario con el cual tienen que competir. Bajo los palos, como porteros, se encuentran los corruptos y corruptores con la consigna de no dejar pasar ningún gol de los políticos a favor de Honduras. En la defensa se van a topar con el narcotráfico y el crimen organizado, flaqueados como laterales por los contrabandistas, los agiotistas, los femicidas, los huelguistas de profesión. Como delanteros en el equipo contrario van a contar con los enemigos del Estado de Derecho, de la democracia, del respeto de los derechos humanos, de la justicia y de la política como actividad noble y buena.

Por supuesto que los aficionados de una y otra selección se harán presentes, pero el estadio estará lleno de quienes por ignorancia o mala fe aplauden al equipo contrario a los intereses de Honduras. Aquellos que aplauden a quienes meten autogoles, porque confunden el cebo con la manteca y la gimnasia con la magnesia. No saben distinguir al candidato del anuncio y se van a las urnas tarareando la canción que mejor les gustó o quienes se dirigen por las promesas sin ver las realidades. Estos son los que realmente ponen gobiernos porque son la mayoría y los empiezan a despreciar al mes siguiente de haberlos electo porque no consiguieron lo que querían o les habían prometido.

Ahora el problema es quién hace esa titánica labor de convertir en un equipo a tanto candidato si cada uno se cree un superman. Cómo hacer para que Pepe le pase de taquito la pelota a Micheletti y éste haga jugar a Elvin con un tiro cruzado mientras Felícito recoge el pase de Elvin y lanza un tiro de 40 metros que derribe a los defensas y al portero del equipo contrario. ¿Quién será el técnico de esa selección? ¿ A quién nombrarán de árbitro para estar seguros de que impondrá su autoridad? Quizá antes de buscar un entrenador habría que contratar a un domador de fieras.( Perdón.)

Las elelecciones y mi suegro

Colóquese bien en el ataúd, don Moncho, que vamos a platicar por última vez. (Lector amigo: el profesor Ramón Hernández fue mi suegro y decidió morirse el jueves a las 5.30 de la tarde, vísperas de las elecciones internas de los partidos tradicionales a los 96 años). Buen conversador como fue siempre usted, sé que no se sentiría cómodo si en su vela estuviera yo callado, viéndolo nada más. Usted sabe bien que a mí me angustian los velorios y los entierros a tal punto que he prometido no asistir ni siquiera a mi vela. Pero estoy aquí con usted. Mire que quedó guapo con ese traje azul recién comprado y su corbata. Parece que, como en otros tiempos, está listo para ir a las aulas a trabajar doble jornada por 90 lempiras mientras se desempeñaba como director y profesor de grado en una escuela que no era unidocente.


Hablemos de sus tres grandes pasiones: el patriotismo, la educación y el liberalismo. Podríamos agregar su amor platónico por todas las mujeres, porque en realidad su gran amor fue doña Benita, mi suegra, a quien ya debe usted estarle cantando las canciones de Julio Jaramillo para provocarle aquellas reacciones de enfado por haber sido el ecuatoriano un cantante declaraba su amor a una sola mujer y al mismo tiempo era un gran mujeriego. Lo que le parecía a ella una conducta poco recomendable. A usted le gustaba verle el gesto de enfado y por eso lo hacía. Se moría usted de risa, antes de morirse de verdad como ahora.


Póngase cómodo. ¿Por dónde empezamos? Mientras lo piensa, sigamos por sus grandes aportes a la educación. Se sentía usted orgulloso de haber fundado como supervisor en Valle más escuelas que las fundadas desde la independencia. Se atoraba de emoción cuando contaba que fundó escuelas en la zona fronteriza con El Salvador, porque los niños asistían a las escuelas salvadoreños y cantaban el himno a ese país. Su pasión por la educación lo llevó a ser supervisor en Yoro y en Islas de la Bahía. Con el mismo entusiasmo fundó el instituto Terencio Sierra en Nacaome con el apoyo de su amigo don Julio Reyes cuando éste fue alcalde.


Detrás de su vocación docente estaba su enorme patriotismo. Aunque le preocuparon siempre los problemas de Honduras y hasta el último momento estuvo pensando en soluciones a mi parecer un poco ingenuas y pasadas de tiempo, nunca permitía que en su presencia se hablara en mal de la patria ,de sus próceres, de sus símbolos y de los hondureños- Usted nació el mismo año en que se fundó Diario el Cronista, por don Paulino Valladares en 1912 y cuando después de la guerra con El Salvador este periódico en su última etapa explotó en sus editoriales el resentimiento por la invasión, salía usted muy temprano a buscar el periódico para que su corazón latiera al unísono con el pensamiento editorial de Alejandro, el hijo de don Paulino.


Hablemos ahora, como lo hacíamos siempre, de su otra gran pasión: El partido liberal. Mientras lo veo tranquilo en su ataúd pienso que si Dios se lo hubiera permitido se hubiera usted levantado a votar por alguno de los precandidatos en contienda. Con su hija Edda, mi esposa, hablamos de los tiempos que usted recordaba como sus épocas heroicas. Fue cuado Vicente Cáceres lo expulsó del instituto por sus ideas liberales. Cuando se negó a firmar el libro de oro. Cuando le tocó ir a vender naranjas en una carreta por habérsele destituido de su cargo docente por ser liberal. Pero no contaba esas cosas con resentimiento ni con odio sino más bien como quien cuenta una aventura agradable. Lo mismo pasaba cuando nos contaba que sus compañeros de parranda eran nacionalistas y cuando éstos ,pasados de tragos , le echaban vivas al General Carias usted, para no quedar mal, gritaba viva el General Electric y sus compañeros decían: hasta en inglés lo dice el profesor.


Su liberalismo también tenía vinculación con su patriotismo. Nunca fue liberal por estómago. Creía en el liberalismo como una corriente de pensamiento que le había traído y le traería sólo cosas positivas a Honduras. Cuando lo conocí en 1963 siendo yo un muchacho recién venido de mi pueblo a ejercer la docencia en Tegucigalpa y viniendo yo de una familia liberal, hasta me parecía que su liberalismo lindaba con el sectarismo como cuando le conté que una moto había matado a una gallina cuando venía yo a trabajar y me dijo que había que ver si la gallino no era de un liberal y la moto de un nacionalista. Venía usted de la época en que los liberales y nacionalistas se mataban discutiendo que el cielo era azul y la sangre, roja. Usted sabe que soy alérgico a todo sectarismo por ser un insulto a la inteligencia humana y divina.


No se atore de emoción, como lo hacía cuando algo le impresionaba mucho, porque voy a abrir mi corazón en esta conversación de despedida. Le doy gracias por su amistad sincera. Gracias por sus consejos: maneje a la defensiva. Ahorre. Gracias a ese consejo abrí mi primera cuenta bancaria con lo poco que ganaba. No contraiga deudas. ¿Cree, don Moncho, que debo hacer tal cosa? Su corazón es el carpintero. Se emocionaba usted cuando me miraba estudiar, escribir, trabajar y venir con la producción de mis cultivos en el campo, llevadas todas esas actividades con dedicación y esmero. Hasta llegué a pensar que se sentía orgulloso de mí, pero nunca hablamos de eso. Gracias por Edda porque no traía defectos de fabrica. Gracias por haber consentido que su hija Carmen se casara con mi hermano Raúl, pese a no estar probada todavía la calidad del primer yerno-


Estoy seguro que mañana, día de las elecciones, usted estará atento a los resultados por su gran amor al liberalismo. Póngase cómo y descanse en paz que su paso por la tierra sólo dejó buenos recuerdos. Hasta luego.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Conflicto de Soberanías

El tema de esta semana es el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la fiscalía especial para la defensa de la Constitución en contra de los artículos 39 y 40 del texto constitucional, resuelto favorablemente por la sala de lo Constitucional por haber sido reformados por el Congreso sin tener facultades para ello por tratarse de artículos pétreos. La consecuencia es que se elimina la figura del Vicepresidente y se vuelve a los tres designados que establecía el texto original de 1982. Por haberse presentado este asunto en el refuego de la campaña electoral y la no inscripción de uno de los precandidatos, el tema alcanzó mayor relevancia en la discusión pública.

Estudiar científicamente algo es analizarlo en sus causas, efectos y manifestaciones. ¿Cuál es la causa de que el Congreso haya reformado artículos irreformables, pétreos o intangibles? Algunos han dicho que fue un descuido, un error del Poder Legislativo. Es difícil creer que un cuerpo colegiado, integrado por 128 cabezas pensantes y sus asesores, haya podido pasar por alto algo tan elemental como que los poderes constituidos no tienen más facultades que las que el poder constituyente ha querido darles en el texto constitucional. Por eso el poder constituyente, representado por la asamblea nacional constituyente, es soberano, absoluto, extraordinario y unifuncional por cuanto sólo se convoca para crear la constitución y con ella la base de todo el orden jurídico, mientras que los poderes constituidos son subordinados a la Constitución, limitados, ordinarios y multifuncionales por cuanto ejercen las funciones de gobierno.

Honduras es el único Estado del mundo cuya soberanía está representada por dos titulares: el pueblo y el Congreso. Es decir que sobre el mismo territorio y la misma población existen dos soberanos. Es una soberanía bicéfala, cosa rara porque soberanía significa poder supremo, es decir que sobre un soberano no puede existir ningún otro poder que tenga el mismo atributo. Honduras se define como un Estado libre, soberano e independiente bajo un gobierno democrático, republicano y representativo. Es democrático, porque es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Es republicano, porque el poder del Estado no está concentrado en un solo órgano, sino distribuido en tres poderes que son independientes y sin relaciones de subordinación. Los gobernantes tienen poderes limitados y son electos por un tiempo determinado. Fueron la características que los romanos le dieron a la forma republicana de gobierno que crearon para sustituir a la odiada monarquía.

El único soberano es el pueblo según la Constitución. Sin embargo el Congreso se llama y se deja llamar soberano. ¿Cómo es posible que haya dos soberanos sobre un solo Estado? ¿Cómo es posible que el poder soberano del Estado sea representado por dos titulares? Tal vez alguien piense que el hecho de que el Congreso se autodenomine soberano y se deje llamar de esa manera no tiene ninguna trascendencia o que se trata de simples palabras. Es como si alguien se autodenominara superman sin que le diera por imitar al personaje de las películas de ficción. Yo no lo veo tan inocente.

Si el Congreso es soberano en su propia concepción, inconscientemente actuará como si lo fuera en realidad. Cuando en la transición de la monarquía absoluta a la democracia en Gran Bretaña se llamó soberano al parlamento es porque, como decían los ingleses, podía hacerlo todo menos hacer de un hombre una mujer, es decir alterar las leyes de la naturaleza. Pues si el Congreso se llama soberano puede hacer todo lo que corresponde al poder constituyente como reformar los artículos pétreos e interpretar la constitución como se interpretan las leyes. Ambas cosas ha hecho y ambas cosas le son negadas como facultades en la Constitución.

Una actuación aparentemente inocente por parte del Poder Legislativo nos ha metido en un problema. Ahora resulta que no sabemos si en las próximas elecciones internas y generales vamos a votar por un vicepresidente o por tres designados. El presidente del Tribunal Supremo Electoral ha dicho que los movimientos de los partidos que van a elecciones internas deberán completar sus planillas agregando dos candidatos más para completar los tres designados. Otros opinan que la convocatoria a elecciones se hizo cuando las reformas expulsadas de la Constitución estaban todavía vigentes y por lo tanto las elecciones internas y generales del próximo año deben hacerse solamente con la figura del Vicepresidente.

No es fácil orientarse entre tantas opiniones contradictorias. Hasta se ha opinado que sobre el fallo de la Corte la última palabra la tiene el Congreso como si los poderes no fueran independientes o si alguien fuera del Poder Judicial estuviera facultado para revisar sus fallos. Por supuesto que el Congreso puede y debe realizar la formalidad de poner a tono la Ley Electoral con los mandatos de la Corte en el asunto que nos ocupa, pero si no lo hace de todas maneras el fallo de la corte deja sin valor los artículos expulsados del texto constitucional.

¿Conflicto de soberanías? Más bien es el conflicto entre dos titulares de la soberanía del Estado, uno auténtico que es el poder constituyente y uno inauténtico que es el Congreso al llamarse soberano y actuar como si lo fuera. Afortunadamente el constituyente previó en el texto constitucional la forma cómo se puede declarar inconstitucional una ley y, por extensión en este caso en forma insólita una reforma constitucional. El caso de don Elvin Santos, que algunos creyeron se iba a resolver con la decisión de la Corte, sigue vivo y coleando porque el alto tribunal no podía pronunciarse sobre algo que no se le ha pedido. ¿Dos soberanos? No puede ser.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Política y emociones

El triunfo de Obama no sorprendió a nadie , ni siquiera a Mccain. La gran discusión se ha centrado en las circunstancias que permitieron la derrota de un blanco, héroe nacional, frente a un muchacho negro de 47 años, desconocido fuera de Estados Unidos hace poco tiempo y que su triunfo haya sido tan aplastante. Todos los analistas coinciden en que esto sólo es posible en una democracia madura y seguro de sí misma como el sistema del pueblo, por el pueblo y para el pueblo suyo sobrevivencia en el mundo proclamó Lincoln en la oración de Gettysburg el 19 de noviembre de 1863, cien años y tres días antes del asesinato de Kennedy.


Hay coincidencia también en que el gobierno de Bush favoreció la pérdida de su partido y de su candidato. El problema de Irak y la crisis financiera actuaron como detonantes de su derrota electoral. Pero esas condiciones objetivas no hubieran sido suficientes sin las condiciones subjetivas que aportó el candidato Obama y su impacto en la opinión del electorado norteamericano. Fueron sus planteamientos y sobre todo su personalidad fresca, serena, segura, joven, la que obró el milagro de un cambio que pocos años antes nadie hubiera podido predecir. El éxito además se debió a su habilidad para presentarse como la encarnación de los valores que están en la raíz de la nación norteamericana y no como representante de una minoría negra que, aunque lo apoyaba así como la mayoría de la comunidad latinoamericana, no hubiera sido suficiente para darles el triunfo a los demócratas.


La otra parte de la discusión se ha centrado a nivel internacional en las expectativas sobre el rumbo que se dará a la primera potencia mundial bajo la administración Obama. Todos dan por hecho que las primeras medidas serán de política interna en el campo económico-financiero para restablecer la credibilidad en el sistema y evitar que el efecto dominó afecte a todas las economías del mundo vinculadas umbilicalmente a los Estados Unidos. Se da también por aceptado que la política exterior sustituirá la fuerza por el diálogo y la negociación tomando en cuenta que el mundo, gracias a la globalización, es ahora una unidad que se ve afectada por cualquier acontecimiento, aunque ocurra en los países otrora aislados y casi insignificantes.


¿Qué lecciones podemos sacar de las elecciones recientes en USA? La primera es, como lo dijimos, la madurez del sistema democrático, trabajada con la delicadeza de una obra de arte por todo un pueblo en la sucesión ininterrumpida de las generaciones. La superación del racismo ancestral. La naturalidad con que grupos de republicanos proclamaron su apoyo a Obama sin que eso se viera como traición a su partido. La calidad del debate político-electoral por su contenido, por el respeto que se dispensan los candidatos, por el criterio valorativo de los electores. Por la calidad de las convenciones, eventos masivos cuyas funciones han venido cambiando con el tiempo. Ya no son para elegir a los candidatos, aunque se siga realizando esa formalidad, sino un estallido ordenado de euforia por los candidatos que ya se conocen y por el partido.


Pero lo más importante fue ver ratificada una vez la verdad de que una campaña victoriosa es resultado de la inteligente combinación de una percepción correcta de la realidad presente, ideas claras y accesibles sobre las posibles soluciones, la presencia de un candidato que goce de credibilidad y que despierte olas de entusiasmo en los electores acompañado todo con la orquestación de una campaña que no sustituya ni opaque la actuación protagónica del candidato.


Mucho nos queda por hacer en Honduras. Nuestro sistema, que desde su origen en Atenas se define como el poder del pueblo, tiene cada vez menos la confianza del pueblo. El sectarismo, regado como un virus en todo el cuerpo social, echa por tierra cualquier intento de que marchemos todos en la misma dirección para realizar a mediano plazo un proyecto compartido de país. Los candidatos, a falta del carisma para entusiasmar con su presencia y su discurso, nos llenan de mensajes publicitarios a cuales más ridículos. La realidad marcha en una dirección y las campañas electorales por otra de manera que al elector se le hace difícil orientarse para tomar una decisión racional y satisfactoria al momento de elegir.


La política, dicen los alemanes siguiendo a Max Weber, se decide con la cabeza y se ejecuta con el corazón. Sólo las ideas no bastan. Sin emoción no hay política. La emoción sin ideas tampoco basta. Pero aunque haya emoción e ideas ningún candidato puede alcanzar el éxito si no cuenta con la credibilidad necesaria para que sirva de sustentación a sus llamados de apoyo.


¿Cuál es la percepción de la realidad que tienen los candidatos? Cuáles son las soluciones a corto, mediano y largo plazo que proponen? ¿Motivan? ¿Entusiasman? ¿Generan credibilidad? ¿Despiertan esperanzas en un futuro mejor para todos? ¿Tienen un pasado limpio? ¿Qué piensa y dice la gente que los conoce de cerca? ¿Cuáles han sido sus aportes al desarrollo nacional? ¿Los hemos visto tomar decisiones en condiciones imprevistas e inesperadas? ¿Qué dice su familia de su desempeño en el círculo familiar?


Habrá aplicar esa evaluación a cada uno de los candidatos y candidatas en la actual campaña y en la del próximo año. Sólo así podremos contar con una imagen correcta de cada candidato al momento de votar y sólo así podremos evitar que el brillo enceguecedor de la publicidad nos confunda y cacemos un gato creyendo que es una liebre. Veremos si Obama para los gringos y para el mundo es tan bueno como parece. Con ideas y emoción se hace la política, pero también con credibilidad.

¿Se desprestigian o los desprestigian?

¿Se desprestigian o los desprestigian? La maravilla del idioma español, el idioma que se habla en el cielo y que tanto se destruye en Honduras, nos permite expresar ideas contrarias con sólo pasar el mismo verbo de intransitivo a transitivo. Los partidos políticos: ¿Se desprestigian a sí mismos o los desprestigian? Porque nadie duda que la política, los políticos como profesionales de esa noble actividad y los partidos como instrumentos de la misma se han desprestigiado en toda América Latina y no sé si en el mundo. Hay estudios que así lo dicen.


Aquí en Honduras es fácilmente comprobable. Bastó que en esta semana se insinuara desde casa presidencial como difícil la realización de las elecciones internas de los partidos y la atención a los damnificados para que se volviera a satanizar a los políticos por insistir en las elecciones en perjuicio supuestamente de la atención a los damnificados. El mismo pueblo en las consultas que se hicieron para aumentar la riqueza de una empresa privada de telecomunicaciones se inclinó fácilmente por la alternativa excluyente . Afortunadamente se aclaró a tiempo que el Ejecutivo nada más había hecho saber las dificultades que se habían creado a raíz de las lluvias a fin de que se tomaran en cuenta y todo con la mayor inocencia y la mejor voluntad según dicen . Se convocó a un diálogo al más alto nivel para acordar la forma en que sea posible atender la emergencia en sus aspectos estructurales y humanos al mismo tiempo que el proceso electoral que está ya a las puertas el cual, si fue un error anticiparlo por conveniencia de algunos, sería un mayor error postergarlo indefinidamente por conveniencia de otros o de los mismos que lo movieron primero. El resultado del diálogo fue una posición intermedia entre hacerlas elecciones en la fecha prevista o aplazarlas hasta febrero. Se realizarán el 30 de noviembre, 14 días después, es decir cuando todo esté como antes de las lluvias. La decisión queda en manos del Congreso Nacional.


Pero los partidos ( o partidas como dijo un chusco) : ¿Se desprestigian a sí mismo o los desprestigian? Pues en esto pasa quizá lo que le pasó a una indita de la montaña donde yo me crié. Se corrió el rumor de que se acostaba con el patrono y con el hijo del patrono cuando ambos en forma alternativa visitaban la propiedad para atender los negocios agrícolas. Cuando algún vecino, llevado por impulsos de orden moral, le reclamó a la Tive( Natividad se llamaba la indita) que por qué se había metido con el hijo si se sabía que le hacía las horas extras a su madre y esposa de su padre contestó en un lenguaje atropellado por la rapidez con que pronunciaba las palabras: pues él que me dijo y yo que le dije que sí.. Quiero decir con el símil que a los partidos los desprestigian, porque hay quienes lo quieren hacer y los partidos colaboran en que se haga. Hablo de los partidos no sólo como aparatos jurídico-institucionales, sino como organizaciones de ciudadanos para la participación política cuya imagen depende sobre todo de quienes los integran, de su valores, de su conducta y de su manera de actuar en el escenario político no sólo como simples ciudadanos sino posteriormente como representantes electos y como funcionarios públicos.


¿ Por qué permiten los partidos políticos que cualquiera los use como plataforma para lanzarse a la más alta magistratura de la nación sin tener méritos ni siquiera para alcanzar un puesto edilicio? De la noche a la mañana aparecen fulanos y zutanos sin que nadie sepa de dónde vienen a decirnos que nacieron para dirigir nuestros destinos como nación y los partidos, en nombre de una democracia reñida con la meritocracia , les abren paso y hasta los impulsan al logro de sus propósitos. Nadie duda que en el círculo de sus amistades esas personas puedan gozar de algún prestigio, el problema es que fuera de ese círculo nadie los conoce y si los ha oído mencionar no es por sus buenas acciones.


Hay otros que teniendo méritos no los expresan . Como me han asignado una clase de lógica jurídica y me he obligado a razonar lógicamente, traduzco a razonamientos deductivos algunos anuncios publicitarios: Todas las personas que tienen chocoyos son buenos legisladores, fulano tiene chocoyos, por lo tanto, fulano será buen legislador y hay que votar por él. Pero el de los chocoyos es un hombre inteligente y ha hecho un trabajo como diputado que bien podría exhibir para pedir que se le reelija de una forma más respetuosa para quienes lo eligieron la primera vez. Es un líder joven, hijo de un líder viejo de su partido.


Un ejemplo de otro partido para no parecer sectario: Honduras necesita un piquito para salir de sus problemas. A fulano le dicen piquito, por lo tanto hay que elegir a Piquito como Presidente. Algunos méritos a de tener Eduardo Maldonado para ofrecerse y haber logrado ser precandidato a la Presidencia como para que sus asesores echen mano del apodo cariñoso que le dicen sus amigos como tema central de su campaña. Lo mismo pasa con Nocheclarita. Otra distinguida dama, que no ha hecho mal trabajo, quiere que votemos por ella porque me llega y no por lo bueno que ha hecho como diputada, que indudablemente lo ha hecho. Al no partir de un análisis responsable de la realidad ni tener propuestas programáticas, los partidos dejan el espacio libre para que cada candidato diga lo que le dé la gana para promoverse y se echa mano de las técnicas de la publicidad comercial sin las adaptaciones a la publicidad política que promueve personas a los altos cargos públicos y no productos industriales para el mercado.


El populismo, que se fundamenta en una relación directa del líder providencial con la masa, se abre paso a costa del desprestigio de los partidos y los partidos le dicen que sí como la Tive Vásquez al hijo y al papá. Y así, ¿ Quién podrá defenderlos? Ni el Chapulín Colorado.

viernes, 24 de octubre de 2008

Emergencias ayer y hoy

Emergencia viene de emerger, de salir a flote- Es algo que surge de pronto y toma desprevenido a quien la padece. Se aplica a una enfermedad, a un accidente. Contingencia es la posibilidad de que algo ocurra o no. Si ocurre y es desastroso se convierte en una emergencia. Bien le viene a COPECO su nombre, porque se trata de una comisión que tiene que estar siempre preparada ocurra o no una emergencia.

Estamos ahora, por causa del exceso de lluvia, en una situación de emergencia. Ha sido declarada oficialmente por el gobierno para obviar ciertos trámites y atender a los damnificados con la urgencia del caso. Sin dejar de lamentar lo que ocurre, estas emergencias ya no deberían de serlo. Ocurren cada 20 años desde antes de que América fuera descubierta y sabe Dios si desde que se formó el continente a raíz del Big Bang. El mismo Colón quedó atrapado por estas mismas tempestades en la Isla de Jamaica en su último viaje cuando ya padecía de gota. Así me parece haberlo leído en la Biografía que sobre el descubridor escribió Madariaga, la misma donde nos revela la condición de judío de don Cristóbal o , por lo menos, descendiente de judíos conversos.

¡Que feo suenan esas alusiones librescas frente al drama humano de nuestros compatriotas! Es que se me chispoteó. Me contaba mi madre que su papá, mi abuelo para más señas, murió en septiembre de 1914 y que fue enterrado bajo una lluvia incesante que duró varios días. Eso ocurrió en la ahora llamada antigua Ocotepeque. 20 años después fue destruida totalmente la ciudad como efecto de la inundación producida por el río Marchala, una quebradita que se seca en verano, pero por un embalse que se hizo en la montaña y luego derramó todo su contenido sobre la ciudad, no quedó piedra sobre piedra, excepto el templo católico. Exactamente lo que acaba de ocurrir en un sector de Corquín, Copán, con todas las lamentables consecuencias que conocemos. Le tocó al gobierno de su general Carías ver todo sin poder hacer más que el plano para reconstruir la ciudad en el lugar donde se encuentra hoy.

Otros 20 años después, en 1954, cuando era apenas un niño, se supo de la tragedia que produjo la unión de los ríos Chamelecón y Ulúa, que corren paralelos por el valle de Sula, como consecuencia del mismo fenómeno lluvioso que estamos sufriendo. Fueron destruidas, como ahora, todas las cosechas cuando ya estaban a punto de ser recogidas. Mi hermano mayor, que había emprendido la aventura de trasladarse a la Costa Norte, nos envió una carta dándonos detalles sobre lo sucedido y la destrucción de su milpa, único tesoro del campesino nuestro. Fue el último año del gobierno de Gálvez y el principio de la dictadura de Lozano Díaz.

Otros 20 años después ocurrió el FIFI, fenómeno natural que destruyó la infraestructura de la Costa Norte, las cosechas y ocasionó ocho mil muertos. Gobernaba el General López Arellano, especializado en golpes de Estado a quien por cierto le costó mucho darse cuenta de lo que estaba sucediendo en el país que gobernaba. Cosas de la vida. Yo ya estaba crecidito y en mi condición de secretario ejecutivo del Consejo de Coordinación para el Desarrollo (CONCORDE), me tocó con mis compañeros gestionar recursos en el exterior y organizar las labores de asistencia. Andábamos entusiasmados por llevar a la práctica la Encíclica el Progreso de los Pueblos de Pablo VI.

Un poco más de 20 años después, en 1998, ocurrió el Mitch. Le tocó al gobierno de Carlos Roberto Flores enfrentar el desastre que fue superior a todos los mencionados anteriormente. Por su impacto en la vida nacional y por su cercanía en el tiempo, todos lo recordamos Y ahora, cuando todavía no nos recuperamos del Mitch y apenas diez años después, nos cae de nuevo un fenómeno lluvioso que al momento de escribir este comentario ha afectado a todo el país y aún no termina. Ha producido más de 20 muertos, miles de evacuados de sus lugares y ubicados en albergues improvisados por haber perdido sus viviendas.

De cada desastre hemos venido aprendiendo algo. Al vivo a señas y al tonto a palos como decían los viejos cuando yo todavía no lo era. . Se ha ido tomando conciencia de que muchas situaciones son prevenibles y otras, aunque inevitables, pueden ser manejadas de manera que causen el menor daño posible. Se han creado instituciones y mecanismos de coordinación por parte de la sociedad y el Estado, pero todavía hace falta que las personas, las familias y las comunidades dejen de exponerse al peligro al construir sus viviendas y en su comportamiento cotidiano. El primer responsable de su seguridad sigue siendo cada persona y la familia, con la ayuda lógicamente de los entes públicos.

En esta ocasión hay que hacer un obligado reconocimiento a los medios de comunicación gracias a cuyos servicios de información y denuncia ha sido posible que los organismos de socorro orienten su acción en forma más provechosa y pronta. HRN y Televicentro se improvisaron centros de acopio con mucho éxito. Igual reconocimiento hay que decir del gobierno. La idea de nombrar a un alto funcionario como responsable de la coordinación de la emergencia en cada departamento ha sido muy buena y mejor donde el funcionario nombrado ha tomado en serio sus responsabilidades.

Ahora, cuando termine la causa del desastre, le queda al actual gobierno y más al que sigue, reconstruir las obras de infraestructura dañadas, enfrentar el problema de la producción destruida y, primero y sobre todo, resolver los problemas humanos de la población afectada. Especialmente el problema de la vivienda.¿ Nos prepararemos mejor para dentro de 20 o menos años?